Beatriz Caiuby Labate y Wladimyr Sena
Araújo (compiladores)
Campinas, Mercado de Letras, Fapesp,
2002
La ayahuasca, también conocida con los
nombres de Santo Daime y Vegetal, es una bebida compuesta de dos plantas, el
bejuco Banisteriopsis caapi y la
rubiácea Psychotria viridis,
conjuntamente cocinadas durante muchas horas. Contienen las substancias
psicoactivas, DMT (en la Psychotria)
y Harmina, Harmalina y Tetrahidroharmina (en la Banisteriopsis). La DMT es inactiva por vía oral y solo su mezcla
con un inhibidor de la monoaminoxidasa (IMAO) permite que el efecto psicoactivo
se manifieste. El descubrimiento de esa combinación sinérgica entre las dos
plantas es una de las realizaciones etnobotánicas más significativas de las
culturas indígenas y uno de los hechos que más ha intrigado a los científicos.
Incluso ha habido intentos de patentar en los Estados Unidos esa fórmula del
saber fitoquímico de los pueblos amazónicos, que fueron impedidos por la
reacción de las comunidades indígenas.
La difusión del uso de esa bebida
amazónica psicoactiva, llamada ayahuasca (término de origen quechua que
significa “bejuco o liana de las almas”), fuera de las poblaciones indígenas y
mestizas de la Amazonia, viene siendo considerada el fenómeno más importante de
la cultura de las drogas enteógenas en la última década.
Desde las dos ultimas décadas del siglo
XX, una nueva forma de consumo de alucinógenos se difundió desde la Amazonia
hacia las grandes ciudades brasileñas y, a partir del Brasil, hacia diversos
países del mundo. Ese nuevo consumo se caracteriza por un sentido religioso, a
través de diversos cultos sincréticos, producto de fusiones entre el
cristianismo popular, tradiciones indígenas amazónicas y religiones
afrobrasileñas. Las religiones usuarias de esta bebida constituyen un fenómeno
singular en un mundo donde la persecución, la represión y la estigmatización
establecida por la campaña internacional de “guerra contra las drogas” afecta
de forma generalizada los fármacos psicoactivos incluidos en la lista de
prohibición global.
Aparte el culto tradicional del peyote
de los indígenas norte–americanos, autorizado bajo un criterio étnico a los
miembros de la Native Church of Peyote,
y de la religión africana Bwiti, practicada en Gabón y Camerún, las únicas
religiones enteogénicas (usuarias de substancias psicoactivas sagradas)
actualmente practicadas con autorización legal y con aceptación institucional
son los cultos brasileños de la ayahuasca.
Después de una enorme repercusión mediática
en el Brasil, causada por la adhesión de conocidos artistas a una de las
religiones ayahuasqueras, el Santo Daime, el fenómeno se extendió a muchos
otros países, donde se organizaron sucursales de ese culto, celebrado con la
bebida sagrada y sus rituales característicos, como bailados e himnarios
cantados siempre en portugués, derivados de las prácticas chamánicas
amazónicas.
En el campo de la antropología, se
abrió una prolífica línea de investigaciones sobre los usos rituales de la
ayahuasca, donde las diferentes sectas religiosas fueron estudiadas por
diferentes autores. Los aspectos farmacológicos de la ayahuasca también fueron
investigados, principalmente por Alexander Shulguin, Dennis Mac Kenna, Jace
Callaway y Jonathan Ott.
La antología O Uso Ritual da Ayahuasca, publicada en Brasil en 2002 y organizada
por Beatriz Caiuby Labate y Wladimyr Sena Araújo es la primera compilación de
estudios sobre este fenómeno en ser publicada, con contribuciones de
antropólogos, farmacólogos, médicos y representantes de las tres principales
religiones ayahuasqueras brasileñas (Santo Daime; Uniao do Vegetal, Barquinha).
Allí se reúnen trabajos presentados en el I CURA (Congreso sobre los Usos
Rituales de la Ayahuasca), en el Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas de
la Unicamp (Universidad de Campinas), entre el 4 y el 5 de noviembre de 1977,
que expresan el “estado del arte” en el campo de la investigación mundial sobre
la ayahuasca.
Reuniendo veinticinco artículos en casi
setecientas páginas, el libro se divide en tres partes: la primera, “Ayahuasca
entre los pueblos de la selva”, trata del uso tradicional indígena y mestizo;
la segunda, “Las religiones ayahuasqueras brasileñas”, aborda el fenómeno de
las religiones sincréticas surgidas en el inicio del siglo XX en el Brasil,
conteniendo artículos de representantes de los diversos cultos y de
antropólogos. La tercera parte, “Los estudios farmacológicos, médicos y
psicológicos de la ayahuasca”, trae contribuciones de médicos, psicólogos y
farmacólogos sobre los aspectos más actuales de la investigación científica
sobre los efectos de la ayahuasca.
La amplitud de los abordajes, el
carácter pionero de muchos de los estudios y la diversidad de enfoques hace de O Uso Ritual da Ayahuasca la obra más
completa hasta ahora publicada sobre el tema, convirtiéndose en una referencia
obligatoria no solo para los estudiosos, sino para el público en general,
interesado en las relaciones entre drogas sagradas y religiones, entre culturas
indígenas y formas de mestizaje, hibridación y sincretización, entre las
técnicas tradicionales de curación y la medicina científica, entre la
psicoterapia y el chamanismo. El contenido filosófico de las experiencias
extáticas, la relación entre religiones amerindias y la cristianización de América,
la naturaleza fisiológica y psicológica de los efectos psicodélicos, las formas
de reglamentación ritualísticas y políticas del uso de psicoactivos, son
cuestiones de gran actualidad e importancia que resaltan esta antología como un
conjunto maduro de reflexiones sobre algunos de los temas más candentes de
nuestra época. Los saberes de las culturas arcaicas se confrontan con el
refinamiento de las neurociencias enfrente de las dificultades de un mundo en
el que la inevitable fusión de las culturas necesita superar barreras
económicas y políticas que colocan en jaque no solo la sobrevivencia de
preciosas culturas indígenas y de sus formas híbridas y mestizas como del
conjunto de la humanidad.
Algunas de las cuestiones más
fundamentales tocadas por los artículos envuelven debates filosóficos y
antropológicos clásicos, como: ¿Qué es un ritual?, ¿Cuál es la definición de
religión?, ¿Cómo se forman las religiones y cómo se fraccionan en diferentes
ramificaciones?, ¿Qué distingue a la religión de la práctica de curación?
El curanderismo remite no solo a la
antigua comparación realizada por Lévi-Strauss entre el chamán y el
psicoanalista, sino a la discusión de la naturaleza de la salud y de la
enfermedad. La centralidad de la ayahuasca en el chamanismo suramericano
suscita debates sobre la forma de integración de diferentes tradiciones
culturales y sobre los límites de una defensa de la pureza de las tradiciones.
Los usos tradicionales y modernos y la posibilidad de su convivencia, los
grados de tolerancia a los diversos tipos de usos de diferentes substancias y
las críticas a los sistemas de control social actualmente existentes son los
temas de fondo que atraviesan todas las polémicas sobre los significados de los
diferentes usos de la ayahuasca.
La primera parte del libro no solo
expone datos etnográficos sobre los usos indígenas de la bebida (Esther Jean
Langdon sobre los Siona, en Colombia; Barbara Keifenheim sobre los Kashinawa,
en Perú; Pedro Leite da Luz con una revisión bibliográfica sobre los grupos de lengua
Pano, Arawak y Tukano), o los usos de poblaciones mestizas, como los caucheros
de Acre; sino que establece consideraciones polémicas sobre la legitimidad de
las apropiaciones occidentales de los saberes tradicionales, vistos por Germán
Zuluaga como un camino auténtico únicamente entre los propios indígenas. El
médico francés Jacques Mabit, radicado en la Amazonia peruana y organizador de
un centro terapéutico en Tarapoto, que utiliza ayahuasca, discute la naturaleza
de la producción visionaria en el contexto de los curanderos de la alta
Amazonia, y Luis Eduardo Luna enfoca las relaciones entre el chamanismo y el
mundo natural.
La segunda y más extensa parte del
libro reúne a los antropólogos investigadores con sus objetos de estudio, los
representantes de la religiones ayahuasqueras, a quienes se da la palabra para
exponer el contenido de sus prácticas y de sus doctrinas. Entre los primeros, los antropólogos, Beatriz
Caiuby Labate hace un inventario de la literatura brasileña sobre las
religiones ayahuasqueras, mientras otros se dedican a cada una de ellas en
particular como Sandra Lucía Goulart, en relación al Santo Daime; Arneide
Bandeira Cemin con el Alto Santo, Wladimyr Sena Araújo con la Barquinha, y
Luisa Brocanelo Gentil, Henrique Salles Gentil,
Sérgio Brissac y Afranio Patrocíno de Andrade con la UDV. El mayor
número de artículos relativos al Cefluris, una de las ramas de las religiones
ayahuasqueras, se debe a una difusión mediática mayor de esa vertiente en el
ámbito urbano e internacional. Los aspectos históricos de cada una de las ramas
de las religiones ayahuasqueras, la biografía de sus fundadores, las
diferencias doctrinarias y rituales, las rupturas y disidencias son temas
exhaustivamente analizados, inclusive en su repercusión internacional, con un
artículo de Carsten Blazer enfocando el Santo Daime en Alemania. El antropólogo
Edward MacRae plantea un tema considerado tabú por muchos miembros de las
religiones ayahuasqueras que es el papel de la Cannabis sativa como planta sagrada complementaria en el Santo
Daime. Las otras vertientes condenan la inclusión de la Cannabis en el ritual y en el panteón ayahuasquero (en el Santo
Daime la Cannabis es identificada con
la Virgen María). La naturaleza de los ritos es enfocada por Fernando de La Rocque
Couto y las posibilidades de usos terapéuticos por Maria Cristina Peláez.
La última parte de la antología incluye
algunas de las más actuales investigaciones sobre la farmacología humana de la
ayahuasca. Una investigación de los efectos psicológicos y fisiológicos de la
ayahuasca en consumidores habituales fue realizada con miembros de la UDV con
participación de importantes instituciones médicas que monitorearon las
condiciones clínicas del uso crónico y de los estados agudos de ingestión. El
psicólogo israelí Benny Shanon presenta una propuesta de constitución de un
tercer campo de estudio, además del médico–farmacológico y del antropológico,
que sería el psicológico, o, como él afirma, de la experiencia vista desde
dentro. Propone para eso una clasificación de los contenidos visionarios en
diferentes grupos de experimentadores. Finalmente Jonathan Ott contribuye con
un artículo sobre la naturaleza de la sinergia obtenida entre fuentes de DMT e
inhibidores de Monoaminoxidasa, presentando una vasta gama de combinaciones de
substancias que producen el mismo efecto de la ayahuasca, llamadas “análogos de
la ayahuasca”, anahuasca y farmahuasca, analizando también la Jurema, otra
planta de uso indígena tradicional en el Brasil y que también contiene DMT.
La antología O Uso Ritual da Ayahuasca plantea para el Brasil, país que es el
centro del fenómeno del uso religioso de un psicoactivo alucinógeno, también el
eje de la investigación académica y científica sobre tales prácticas. A pesar
de la desigualdad entre los diversos artículos del libro y de algunos problemas
de revisión, es un trabajo inestimable que viene a traer luz a una experiencia
descrita como visionaria, siendo parte de un esfuerzo de las últimas décadas de
establecer un diálogo entre la ciencia farmacoquímica y los saberes
etnobotánicos que enfrentan las dificultades de la revelación de secretos, de
las apropiaciones de los saberes, de las descripciones de los éxtasis y, sobre
todo, de los mecanismos de control y de coerción.
Profesor Dr. Henrique Soares
Carneiro – Departamento de Historia – Universidad de São Paulo (USP), Brasil.
Traducción al español de Ricardo Díaz
Mayorga.
Publicado
originalmente em: http://www.visionchamanica.com/Publicaciones/index.htm
Published originally in: http://www.maps.org/reviews/rua.html,
MAPS (Multidisciplinary Association of
Psychedelic Studies), 2004.
Traducción al español de Ricardo Díaz Mayorga.