Vision Chamánica – Henrique Carneiro
Reseña “El Uso Ritual de la Ayahuasca” Beatriz Caiuby Labate y Wladimyr Sena Araújo (compiladores) Campinas, Mercado de Letras, Fapesp, 2002 La ayahuasca, también conocida con los nombres de Santo Daime y Vegetal, es una bebida compuesta de dos plantas, el bejuco Banisteriopsis caapi y la rubiácea Psychotria viridis, conjuntamente cocinadas durante muchas horas. Contienen las substancias psicoactivas, DMT (en la Psychotria) y Harmina, Harmalina y Tetrahidroharmina (en la Banisteriopsis). La DMT es inactiva por vía oral y solo su mezcla con un inhibidor de la monoaminoxidasa (IMAO) permite que el efecto psicoactivo se manifieste. El descubrimiento de esa combinación sinérgica entre las dos plantas es una de las realizaciones etnobotánicas más significativas de las culturas indígenas y uno de los hechos que más ha intrigado a los científicos. Incluso ha habido intentos de patentar en los Estados Unidos esa fórmula del saber fitoquímico de los pueblos amazónicos, que fueron impedidos por la reacción de las comunidades indígenas. La difusión del uso de esa bebida amazónica psicoactiva, llamada ayahuasca (término de origen quechua que significa “bejuco o liana de las almas”), fuera de las poblaciones indígenas y mestizas de la Amazonia, viene siendo considerada el fenómeno más importante de la cultura de las drogas enteógenas en la última década. Desde las dos ultimas décadas del siglo XX, una nueva forma de consumo de alucinógenos se difundió desde la Amazonia hacia las grandes ciudades brasileñas y, a partir del Brasil, hacia diversos países del mundo. Ese nuevo consumo se caracteriza por un sentido religioso, a través de diversos cultos sincréticos, producto de fusiones entre el cristianismo popular, tradiciones indígenas amazónicas y religiones afrobrasileñas. Las religiones usuarias de esta bebida constituyen un fenómeno singular en un mundo donde la persecución, la represión y la estigmatización establecida por la campaña internacional de “guerra contra las drogas” afecta de forma generalizada los fármacos psicoactivos incluidos en la lista de prohibición global. Aparte el culto tradicional del peyote de los indígenas norte–americanos, autorizado bajo un criterio étnico a los miembros de la Native Church of Peyote, y de la religión africana Bwiti, practicada en Gabón y Camerún, las únicas religiones enteogénicas (usuarias de substancias psicoactivas sagradas) actualmente practicadas con autorización legal y con aceptación institucional son los cultos brasileños de la ayahuasca. Después de una enorme repercusión mediática en el Brasil, causada por la adhesión de conocidos artistas a una de las religiones ayahuasqueras, el Santo Daime, el fenómeno se extendió a muchos otros países, donde se organizaron sucursales de ese culto, celebrado con la bebida sagrada y sus rituales característicos, como bailados e himnarios cantados siempre en portugués, derivados de las prácticas chamánicas amazónicas. En el campo de la antropología, se abrió una prolífica línea de investigaciones sobre los usos rituales de la ayahuasca, donde las diferentes sectas religiosas fueron estudiadas por diferentes autores. Los aspectos farmacológicos de la ayahuasca también fueron investigados, principalmente por Alexander Shulguin, Dennis Mac Kenna, Jace Callaway y Jonathan Ott. La antología O Uso Ritual da Ayahuasca, publicada en Brasil en 2002 y organizada por Beatriz Caiuby Labate y Wladimyr Sena Araújo es la primera compilación de estudios sobre este fenómeno en ser publicada, con contribuciones de antropólogos, farmacólogos, médicos y representantes de las tres principales religiones ayahuasqueras brasileñas (Santo Daime; Uniao do Vegetal, Barquinha). Allí se reúnen trabajos presentados en el I CURA (Congreso sobre los Usos Rituales de la Ayahuasca), en el Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas de la Unicamp (Universidad de Campinas), entre el 4 y el 5 de noviembre de 1977, que expresan el “estado del arte” en el campo de la investigación mundial sobre la ayahuasca. Reuniendo veinticinco artículos en casi setecientas páginas, el libro se divide en tres partes: la primera, “Ayahuasca entre los pueblos de la selva”, trata del uso tradicional indígena y mestizo; la segunda, “Las religiones ayahuasqueras brasileñas”, aborda el fenómeno de las religiones sincréticas surgidas en el inicio del siglo XX en el Brasil, conteniendo artículos de representantes de los diversos cultos y de antropólogos. La tercera parte, “Los estudios farmacológicos, médicos y psicológicos de la ayahuasca”, trae contribuciones de médicos, psicólogos y farmacólogos sobre los aspectos más actuales de la investigación científica sobre los efectos de la ayahuasca. La amplitud de los abordajes, el carácter pionero de muchos de los estudios y la diversidad de enfoques hace de O Uso Ritual da Ayahuasca la obra más completa hasta ahora publicada sobre el tema, convirtiéndose en una referencia obligatoria no solo para los estudiosos, sino para el público en general, interesado en las relaciones entre drogas sagradas y religiones, entre culturas indígenas y formas de mestizaje, hibridación y sincretización, entre las técnicas tradicionales de curación y la medicina científica, entre la psicoterapia y el chamanismo. El contenido filosófico de las experiencias extáticas, la relación entre religiones amerindias y la cristianización de América, la naturaleza fisiológica y psicológica de los efectos psicodélicos, las formas de reglamentación ritualísticas y políticas del uso de psicoactivos, son cuestiones de gran actualidad e importancia que resaltan esta antología como un conjunto maduro de reflexiones sobre algunos de los temas más candentes de nuestra época. Los saberes de las culturas arcaicas se confrontan con el refinamiento de las neurociencias enfrente de las dificultades de un mundo en el que la inevitable fusión de las culturas necesita superar barreras económicas y políticas que colocan en jaque no solo la sobrevivencia de preciosas culturas indígenas y de sus formas híbridas y mestizas como del conjunto de la humanidad. Algunas de las cuestiones más fundamentales tocadas por los artículos envuelven debates filosóficos y antropológicos clásicos, como: ¿Qué es un ritual?, ¿Cuál es la definición de religión?, ¿Cómo se forman las religiones y cómo se fraccionan en diferentes ramificaciones?, ¿Qué distingue a la religión de la práctica de curación? El curanderismo remite no solo a la antigua comparación realizada por Lévi-Strauss entre el chamán y el psicoanalista, sino a la discusión de la naturaleza de la salud y de la enfermedad. La centralidad de la ayahuasca en el chamanismo suramericano suscita debates sobre la forma de integración de diferentes tradiciones culturales y sobre los límites de una defensa de la pureza de las tradiciones. Los usos tradicionales y modernos y la posibilidad de su convivencia, los grados de tolerancia a los diversos tipos de usos de diferentes substancias y las críticas a los sistemas de control social actualmente existentes son los temas de fondo que atraviesan todas las polémicas sobre los significados de los diferentes usos de la ayahuasca. La primera parte del libro no solo expone datos etnográficos sobre los usos indígenas de la bebida (Esther Jean Langdon sobre los Siona, en Colombia; Barbara Keifenheim sobre los Kashinawa, en Perú; Pedro Leite da Luz con una revisión bibliográfica sobre los grupos de lengua Pano, Arawak y Tukano), o los usos de poblaciones mestizas, como los caucheros de Acre; sino que establece consideraciones polémicas sobre la legitimidad de las apropiaciones occidentales de los saberes tradicionales, vistos por Germán Zuluaga como un camino auténtico únicamente entre los propios indígenas. El médico francés Jacques Mabit, radicado en la Amazonia peruana y organizador de un centro terapéutico en Tarapoto, que utiliza ayahuasca, discute la naturaleza de la producción visionaria en el contexto de los curanderos de la alta Amazonia, y Luis Eduardo Luna enfoca las relaciones entre el chamanismo y el mundo natural. La segunda y más extensa parte del libro reúne a los antropólogos investigadores con sus objetos de estudio, los representantes de la religiones ayahuasqueras, a quienes se da la palabra para exponer el contenido de sus prácticas y de sus doctrinas. Entre los primeros, los antropólogos, Beatriz Caiuby Labate hace un inventario de la literatura brasileña sobre las religiones ayahuasqueras, mientras otros se dedican a cada una de ellas en particular como Sandra Lucía Goulart, en relación al Santo Daime; Arneide Bandeira Cemin con el Alto Santo, Wladimyr Sena Araújo con la Barquinha, y Luisa Brocanelo Gentil, Henrique Salles Gentil, Sérgio Brissac y Afranio Patrocíno de Andrade con la UDV. El mayor número de artículos relativos al Cefluris, una de las ramas de las religiones ayahuasqueras, se debe a una difusión mediática mayor de esa vertiente en el ámbito urbano e internacional. Los aspectos históricos de cada una de las ramas de las religiones ayahuasqueras, la biografía de sus fundadores, las diferencias doctrinarias y rituales, las rupturas y disidencias son temas exhaustivamente analizados, inclusive en su repercusión internacional, con un artículo de Carsten Blazer enfocando el Santo Daime en Alemania. El antropólogo Edward MacRae plantea un tema considerado tabú por muchos miembros de las religiones ayahuasqueras que es el papel de la Cannabis sativa como planta sagrada complementaria en el Santo Daime. Las otras vertientes condenan la inclusión de la Cannabis en el ritual y en el panteón ayahuasquero (en el Santo Daime la Cannabis es identificada con la Virgen María). La naturaleza de los ritos es enfocada por Fernando de La Rocque Couto y las posibilidades de usos terapéuticos por Maria Cristina Peláez. La última parte de la antología incluye algunas de las más actuales investigaciones sobre la farmacología humana de la ayahuasca. Una investigación de los efectos psicológicos y fisiológicos de la ayahuasca en consumidores habituales fue realizada con miembros de la UDV con participación de importantes instituciones médicas que monitorearon las condiciones clínicas del uso crónico y de los estados agudos de ingestión. El psicólogo israelí Benny Shanon presenta una propuesta de constitución de un tercer campo de estudio, además del médico–farmacológico y del antropológico, que sería el psicológico, o, como él afirma, de la experiencia vista desde dentro. Propone para eso una clasificación de los contenidos visionarios en diferentes grupos de experimentadores. Finalmente Jonathan Ott contribuye con un artículo sobre la naturaleza de la sinergia obtenida entre fuentes de DMT e inhibidores de Monoaminoxidasa, presentando una vasta gama de combinaciones de substancias que producen el mismo efecto de la ayahuasca, llamadas “análogos de la ayahuasca”, anahuasca y farmahuasca, analizando también la Jurema, otra planta de uso indígena tradicional en el Brasil y que también contiene DMT. La antología O Uso Ritual da Ayahuasca plantea para el Brasil, país que es el centro del fenómeno del uso religioso de un psicoactivo alucinógeno, también el eje de la investigación académica y científica sobre tales prácticas. A pesar de la desigualdad entre los diversos artículos del libro y de algunos problemas de revisión, es un trabajo inestimable que viene a traer luz a una experiencia descrita como visionaria, siendo parte de un esfuerzo de las últimas décadas de establecer un diálogo entre la ciencia farmacoquímica y los saberes etnobotánicos que enfrentan las dificultades de la revelación de secretos, de las apropiaciones de los saberes, de las descripciones de los éxtasis y, sobre todo, de los mecanismos de control y de coerción. Profesor Dr. Henrique Soares Carneiro – Departamento de Historia – Universidad de São Paulo (USP), Brasil. Traducción al español de Ricardo Díaz Mayorga. Publicado originalmente em: http://www.visionchamanica.com/Publicaciones/index.htm Published originally in: http://www.maps.org/reviews/rua.html, MAPS (Multidisciplinary Association of Psychedelic Studies), 2004.